La semana pasada nos presentamos frente a la justicia porteña por la causa
de Norma y Ramona, conocidas por el "Centro Socavón de Parque Chás".
La historia
Norma y Roxana son dos jubiladas de 75 años de edad que habitan desde hace
más de quince años en una casa ubicada en el emblemático barrio porteño de
Parque Chás.
Ellas ingresaron mediante un contrato de alquiler, situación que se logró
acreditar, celebrado con la que persona que entonces era la dueña del lugar. Esta última fallece y se inicia en
consecuencia una sucesión que (en concordancia con lo establecido en nuestro Código Cívil) resulta vacante, es decir, que el Estado pasa a
ser titular de la misma.
La representación estatal decidió entonces incoar una acción de desalojo
contra ambas en la justicia ordinaria local. Dicha acción derivó a la postre en un fallo a su favor.
Lo que entendemos que debe tenerse en cuenta.
Si bien el derecho de fondo parece arrimar una solución al conflicto a
nuestro entender existen normativas que protegen la situación de desamparo
frente a la que han quedado Norma y Ramona, jubiladas de la mínima.
No parece plausible aplicar un derecho en contraposición a otros.
Por un lado entendemos que diferentes tratados inoculan a la acción
pretendida por el Gobierno, debido a que ambas, de procederse indebidamente,
quedarían echadas a su suerte.
En consecuencia, un equipo de Nace un Derecho, encabezado por la Dra.
Fernanda Muñoz y acompañando a otras organizaciones que también entienden que
esto no podía darse, iniciaron sendas tratativas y negociaciones a la par de
una acción de amparo en el fuero Contencioso y Administrativo de la Ciudad de
Buenos Aires.
La acción
A la luz de la ley de amparo local (Ley 2144 – CABA), como así también de la
propia Carta Magna Nacional y tratados Internacionales, intentamos demostrar
que el derecho de propiedad que podría detentar el Estado de la Ciudad de
Buenos Aires, debe aplicarse en forma armoniosa frente a la batería de derechos
humanos que ostentan Norma y Ramona.
Particularidades del caso
En dicha finca, ambas jubiladas no solo viven sino que prestan un denodado
servicio a la comunidad, ya que allí se dictan diferentes cursos y funciona
desde antaño el centro “Cultural Socavón”.
Asimismo dicho centro comunitario fue declarado de interés público y cultural
por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Nuestras expectativas
Entendemos que la normativa debe aplicarse en forma armoniosa como explicábamos
recién.
Un Estado inteligente debe desplegar su potencial en forma equitativa y en
consonancia con todo el plexo normativo de imperio, en consecuencia, no parece lógica
(ni legal) una solución que no acompañe un bienestar de estas dos jubiladas so
pretexto de un lacónico ejercicio de un derecho real.
Bregamos y entendemos de que una solución va a llegar, pero por ahora
apelamos al Sistema judicial competente.
También podés leer:
Pagina 12 - Norma y Cachita resiste el desalojo
No hay comentarios.:
Publicar un comentario