CASO SOFÍA TROSZYNSKI
Desde el Equipo de Géneros y Diversidades de nuestra Asociación Civil “Nace Un Derecho” hemos incoado una
presentación ante la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos con relación al fallo del pasado 08 de julio de la Corte
Suprema de Justicia de la Nación, mediante el cual se ordena la restitución internacional
de una niña de tres años a su progenitor (F.P) radicado en Francia, acusado de abuso
sexual y de violencia de género.
El
esperpento accionar y base argumental de la Corte se apoya fundamentalmente en
la Convención de la Haya de 1980, un instrumento internacional que no reviste
la calidad de supralegal al NO INTEGRAR
NUESTRO BLOQUE CONSTITUCIONAL. Es decir, que el máximo tribunal hizo primar
un mero acuerdo internacional vetusto, por sobre la Convención de los Derechos
del Niño, y la Convención de Belem Do Pará, ambos de raigambre constitucional
enumerados explícitamente en el Art. 75 Inc. 22 de nuestra Carta Magna.
Cabe
destacar, que la precipitada decisión, además de violentar de lleno el interés
superior de la niña a la cual llamaremos Alma, al ni siquiera ESCUCHARLA, ni
mucho menos efectivizar la realización de una Cámara Gesell, y más aberrante
aún, al denegarle la asignación de un abogado del niño; el Estado argentino con
la restitución de la menor se ha convertido en cómplice legitimante de la violencia de
género e institucional que viene padeciendo Sofía, su madre y de forma
indirecta Alma.
El
hecho de que exista una denuncia de abuso sexual hacia la niña, encontrándose su
propio progenitor como denunciado sospechoso PER SE es un argumento que resulta
suficiente para que la autoridad argentina en ejercicio pleno de sus facultades
jurisdiccionales y en cumplimiento de la normativa internacional a la que se
obligara en materia de Protección Internacional de los Derechos del Niño y el
Adolescente no haya resuelto dejar en suspenso la restitución de la menor hasta tanto la
cuestión de fondo se resuelva y esté la autoridad Penal Local en situación de
asegurar fehacientemente que no existió dicho abuso y que Alma no correrá
peligro alguno encontrándose bajo la tutela legal de su progenitor como
previsiblemente ocurrirá según lo ya dictaminado por la autoridad Francesa de
Familia.
Con
un poder judicial SIN perspectiva de género y de las infancias, la violencia
machista seguirá actuando con total impunidad.
Con
un poder judicial hecho a medida del patriarcado NUNCA SERÁ JUSTICIA.
ALMA
SE TIENE QUE QUEDAR.
#AlmaSeQueda
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