jueves, 10 de octubre de 2019

Denunciamos a Miguel Angel Pichetto: te contamos por qué.

El racismo moderno se relaciona con la pobreza y la marginalidad que pretende reafirmar la exclusión de determinados colectivos; de allí la necesidad de revisar la visión de “esos negros”, o “esos grasas” o “esos gronchos” o “esos villeros”. (Xenofobia y Racismo – Hacia una agenda de interculturalidad – INADI 2016)

Por Hernán Mirasole y Diego Encina



En virtud de los dichos proferidos en una entrevista por el colega y Senador Miguel Angel Pichetto definimos tomar una serie de medidas legales a la sazón de que no es posible que al día de hoy en nuestro país se siga instigando a la sociedad a entrar permanentemente en conflicto por situaciones que no tienen empero la razonabilidad de estos tiempos

Las denuncias

En primer lugar, es menester aclarar de que nuestro despliegue no tiene basamento electoral. De hecho Miguel Ángel Pichetto se encuentra afiliado al Partido Justicialista (Si bien nuestra asociación no forma parte orgánica de ningún partido político, hay algunos miembros adscriptos a este partido) y a la postre también es abogado. Sí, y encima de la Universidad Pública a la cual nosotros reivindicamos constantemente.

En consecuencia lo que queremos hacer valer es una nueva forma de relacionarnos en un Estado de Derecho que funcione y comprima todo este tipo de actos oprobiosos que atentan a la sociedad en su conjunto y que deje lugar a las discusiones que nos permitan desarrollarnos como país.

En segundo lugar, y yendo a lo técnico se radicó: 

a) Una denuncia en sede penal en la Camara Nacional en lo criminal y Correcional Federal contra el mentado legislador por el delito de apología del crimen calificada por ley 23592. Dicha denuncia recayó en el juzgado del Dr. Julián Ercolini.

b) Una denuncia en sede administrativa frente al INADI (Instituto creado por ley 24515), que es el organismo que en razón de su especificidad es el que debe dar mayor claridad sobre los conceptos vertidos  en nuestra elocución de sede penal, tales como los de la xenofobia, racismo, misoginia y uno novedoso como es el de aporofobia. En relación a esto último es menester darle lugar a esta nueva conceptualización desarrollada con mayor amplitud en Europa y que nos viene a clarificar (para entender) una forma de "Odio a los pobres". Este concepto novedoso de tinte "legal- sociologico" que hemos aprendido junto al Dr. Aníbal Filippini, lo hemos volcado, como decíamos, en ambas denuncias.

¿La discusión?, ¿Cuál discusión?.

Entendemos que no nos hallamos frente a ninguna discusión válida toda vez que esta generación, hija de la democracia y de la Universidad pública no se tira de cabeza a una pileta de barro para entremezclarse entre el lodo de la vieja y vetusta política o justicia.

Muchos/as de nosotros/as, que afortunadamente no hemos vivido siquiera un solo día que no sea en democracia, no queremos más que se hable en términos violentos ni se nos trate de mansillar con conceptos de "dinamitar", de "desaparecer", de "erradicar". Nos parecen discursos anacrónicos, sesgados, ominosos, llenos de oscuridad y lo peor de todo empíricamente fracasados.

Esto desde ya y con profunda enfasis sin ir en desmedro de una bandera gigante que enarbolamos desde su raíz tal como lo es la de "Memoria, Verdad y Justicia", pues no podemos como sociedad permitirnos que se vuelvan a cometer las atrocidades y los flagrantes delitos de lesa humanidad que en nuestro suelo terrible y lamentablemente se han cometido.

Se discrimina desde la ignorancia.

Los dichos del colega Pichetto demuestran un supino desconocimiento de la agenda abierta de interculturalidad que lo conlleva a vociferar rebuznes que incitan más al odio que a la reflexión y en consecuencia a la evolución.

Y justamente, lo que pretendemos como colectivo de profesionales es que nuestra comunidad reflexione, analice, y en razón de eso, se insuma de elementos de valoración, como son las leyes, la doctrina, las sentencias, etc; en rigor, el acaudalado río de las fuentes del derecho, como para que de ese análisis enriquecido se nos permita crecer, evolucionar y abordar a nuevas conclusiones más complejas, sofisticadas y serias como comunidad.

Lejos de eso se encuentran los dichos de la versión más involucionada de Pichetto, que para mayor abundamiento y como decíamos, es abogado y Senador nacional, pero que además se ha servido del derecho a migrar tanto él como sus antepasados, y para mejor: eso está muy bien, es lo que debe ser y tiene total apoyatura legal desde el preámbulo de nuestra Primera Ley.

La expectativa

Como decíamos, no queremos arruinarle la campaña al Dr. Pichetto, nuestro deseo como propulsores del espíritu democrático, es que predomine en la Argentina que viene una tierra de oportunidades para todos/as; por ello que compita con total libertad (máxime si tiene mucha gente que lo apoya y lo sigue), y desde luego si por algún motivo le toca alzarse con la victoria electoral, que asuma la responsabilidad de la Vice Presidencia como eventualmente le correspondería.

Tampoco queremos que vaya preso, ni que pierda su libertad, más allá de la improcedencia procesal de este extremo, en rigor de la cuestión etaria y de la inexistencia de antecedentes penales en cabeza de aquel y de los fueros congresales con los que legalmente ostenta.

No obstante nos gustaría y mucho que tenga la oportunidad de conocer una villa, de conocer a los y las villeros/as, a la comunidad migrante que las habita, a las costumbres de aquellos. Que camine por sus pasillos, que franqueé las puertas de sus hogares, que tome un mate o un tereré con una persona paraguaya, que se siente hablar de trabajo con personas de Bolivia o de historia virreinal con alguien de Perú.

Que en definitiva cumpla tareas comunitarias para con esas personas, contra las que muy equivocadamente viene despotricando y atacando ya sin sentido en esta etapa de nuestro país. Que pueda explicar (por que los conoce), los lazos fraternales, inextinguibles y latentes con nuestros hermanos y hermanas de la Patria grande.

Que sepa que existió Carlos Mugica, que en razón de su nacimiento tenemos la ley 27095,
que en este país que estamos construyendo no hay que dinamitar ni hacer por volar los aires a nadie. Que queremos una firme, pero inteligente a su vez, aplicación de un sistema penal que sabemos que no funciona comodebiera. Que además tenemos que pregonar la inclusión y la urbanización no como paladines de la retorica del discurso sino como políticas públicas activas, pues ya conforman parte de una esfera de derechos inexpugnable para el accionar del Estado Argentino.

Hablemos sin vergüenza y sin miedo del valor social de la vivienda, del derecho humano a trabajar y al de ser "parte" de la sociedad mediante la inclusión social; de las formas inteligentes y viables de redistribución de la riqueza, no como contrapunto de la acumulación del capital pero si de la "sobreacumulación" que pertrecha íntimamente con la avaricia y la exclusión.

De esas cosas queremos discutir con Pichetto, y mientras no las entienda no solo va a seguir cometiendo delitos, sino que además nos vamos a perder su aporte que inclusive, bien argumentado y con los dotes del conocimiento nos interesa.


Seguí leyendo:

Denuncia en sede penal

Denuncia en INADI

Nota InfoBae:

1 comentario:

  1. Felicitaciones.
    Alguien tenía q hacer algo y ustedes fueron los privilegiados. Siempre defendiendo al sector más vulnerable.
    El senador Picheto (alias "panqueque") es de los q avergüenza a nuestra patria ante los ojos del mundo.

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