jueves, 21 de mayo de 2020

¿NO TRABAJA PARA LA UNIDAD AQUEL QUE CALLA COSAS INSOSTENIBLES?



Por Diego Encina [1]
 
La frase del título no me pertenece. Pues, no creo tener la lucidez inmediata suficiente en el marco de un contexto infeccioso mortal a nivel mundial y nacional que a su vez, haga explícito los “errores” cometidos de la planificación estatal –o de cierto grado de improvisación, si se prefiere- en la maratónica batalla de contención de implosión del virus infeccioso con eventual rebote social. 

Sin embargo, la “Libertad” consiste en eso; en decir lo que hay que decir y en el momento que se tienen que decir. No para naufragar en un océano de críticas vacías y oportunista al estilo decadente de la política argentina –o al menos, del sector extractivista de aquel-, sino para que el descontento sea escuchado y oído y aporte los horizontes de vista de tierra para un correcta manipulación del timón en aguas violentas. 

La opinión que refleja el autor en éstas someras líneas, debo reconocer, me son propias y de ningún modo reflejan la visión consensuada y absoluta de la organización que, por demás, merece todo mi agradecimiento por permitirme alzar la voz del descontento. También los errores me son atribuibles exclusivamente.

Así la situación, “no aporta a la unidad quien calla cosas insostenibles”. No, no debemos. 

El país a partir de los últimos meses del año 2019 inicio estrepitosamente una carrera hacia el abismo y desconcierto como consecuencia de políticas de saque y especulación financiera propiciada en los últimos cuatro años que, quizá como nunca en la historia, hacia reflejo espejo de la decadencia social representativa en la clase dirigente política del país. No existe en nuestra historia figuras tan absurdas y alienadas como la de quienes ostentaron los destinos oscuros de la Argentina en el periodo 2015-2019.
Luego, por fin, se reanudaron las esperanzas de una salida honorable de la crisis y sobe todo, de cara al Pueblo y no en oficinas opulentas de cifras con innumerables “0” en agenda. Es verdad también que la crisis no aflojaba y la caída estrepitosa de la economía Argentina no frenaba. Pero encarar la crisis con clase dirigente política no saqueadora ni extractivista ni mafiosa, ¡la pucha que alimenta las esperanzas!.
A partir del 20 de marzo de 2020 todo se hizo más oscuro. Y lo peor, debo ser sincero, aún no ha llegado. La pandemia COVID-19 asoló el globo terrestre sin distinción de raza, color o riquezas. Paradójicamente, resulta la pandemia más democrática que nuestra historia. O bien, si se prefiere, resulta la pandemia puramente socialista y es el Estado quien –una vez mas- intenta aplastarla. Juegos de palabras, en fin.
La pandemia vino a agudizar la economía Argentina presente y ni que hablar, futura. Su llegada fue ruidosa y acelerada, y la reacción inteligente y necesaria. Pocas cosas deben enamorar más que se priorice la Salud a la Economía pues, nada más cierto que de la crisis económica se sale, la Argentina en ello goza de triste experiencia, pero experiencia al fin. De la muerte física no se retorna. No en ésta vida, al menos.
Los tiempos apremian, el virus azota y; mantener a una población de más de 44 millones de habitantes en aislamiento social, preventivo y obligatorio, tiene sus costos económicos. Y la adopción temprana de medidas contenedoras, pueden adolecer  de errores, y de errores groseros también. 

La economía y el flujo comercial prácticamente se han paralizado y, el Estado salió afrontar ese déficit colateral. 

En ese marco y en éste contexto ha salido con una batería de medidas contenedoras en beneficio de personas físicas y pymes y, no tan pymes. 

Para la clase trabajadora se dispuso la “prohibición del despido”[2] , la posibilidad del trabajo “remoto”, la no obligatoriedad de concurrir a los lugares de trabajos para aquellos trabajadores y trabajadoras que participen de “grupos de riesgos”, o madres embarazadas, o con la responsabilidad del cuidado de menores de edad a sus cargos; se implementó el IFE[3] para aquellas personas trabajadoras sin empleo, y se incluyó en ese marco al personal del servicio doméstico (uno de los sectores más golpeados por esta crisis); para monotributistas categorías A y B se implementó el programa “Créditos a Tasa 0”[4] y se están ampliando sus beneficiarios; se suspendieron los cortes de energía eléctrica[5] y gas natural[6] en las residencias de los usuarios y consumidores;  se suspendieron los desalojos[7] y el aumento de alquileres[8]

Para las Pymes[9] el gobierno adelantó otra batería de medidas. Para ello, instauró el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y a la Producción[10]. Se dispuso el acceso a créditos a tasa anual del 24%[11], postergaciones de hasta el 95% del pago de contribuciones patronales al SIPA[12], la asunción por parte del Estado del pago de sueldos netos hasta el 50% con respecto al salario percibido a febrero 2020 para Pymes con menos de 800 empleados[13], la asunción del sueldo complementario hasta el 50% en cabeza del Estado, entre otras medidas no menos importantes. 

En definitiva, el Estado al momento ha dispuesto medidas que alivian a los sectores de la sociedad de manera directa o indirectamente. La discusión respecto si es o no suficiente, no vamos a tratarlo en éste artículo. 

Pero como decía, el tiempo apremia, el virus azota y las medidas de buena voluntad no están exentas de errores, algunos extremadamente groseros y abiertamente inconstitucionales.

En éste sentido, pese a lo antipático que replique, debo aclarar y enfatizar que ésta crítica se esboza desde la construcción y el aporte al mejoramiento de las medidas al momento adoptadas. Lejos se encuentra de naufragar en océanos oportunistas de la decadencia clase política argentina de naturaleza mafiosa y saqueadora. Y como la libertad me lo permite y el coraje me desgarra, refiero a la alianza cambiemos, la misma que ha permitido y fugado más de 86 mil millones de dólares del país, la misma que ha terminado de pudrir si algo quedaba de Justicia, la misma que reduce su política barata y mediocre a los golpes de una cacerola mezquinando su contenido a los pobres que ha dejado y ultrajado socialmente.
Habiendo realizado dicha aclaración, sin pedirle permiso alguno quien se moleste o no le guste, y por que “no trabaja por la unidad aquel que calla cosas insostenibles”, me autorizo a gritar lo siguiente y “quien quiera oír, que oiga”[14]

Los errores, muchas de las veces groseros y la improvisación del momento, derivan en las más de las veces en deshacer de un decretazo, lo que se otorgó en otro.
Trato aquí solo dos cuestiones. 

1. El acuerdo reciente entre la UIA y la CGT[15] con el gesto aprobatorio del gobierno y su posterior homologación por el Ministerio de Trabajo[16] que permite la suspensión de tareas y reducir los salarios a un 75%, no solo goza de formidable torpeza institucional sino que desconoce los principios rectores universalmente aceptados por la comunidad jurídica internacional del derecho del trabajo y del trabajador. 

Así, se violentan la intangibilidad de las remuneraciones, irrenunciabilidad de los derechos, el principio de igualdad, el de propiedad, el principio de progresividad de los derechos del trabajo y su consecuente, “prohibición de regresividad” de tales derechos, rompe la estructura misma de la protección del trabajo y el trabajador y trabajadora que, ilegítimamente representada por el triunvirato de una CGT que hace gala de su decadente dignidad, observa como le roban por un costado, lo que le otorgaron por el otro.
Pero ello no se agota allí pues, merece analizarse más a fondo. Sólo quiero resaltar un aspecto vergonzoso, a criterio del autor, que gobierna esta palmaria injusticia y asalto a la dignidad de la persona trabajadora. 

El Estado –dijimos- afronta el 50% del salario neto de los trabajadores con relación al salario percibido en mes de febrero 2020 para aquellas Pymes con menos de 800 empleados registrados. Con la vigencia del vergonzoso acuerdo –uno más, y van…- entre UIA y CGT que permite la reducción de hasta el 75% del salario a pagar a sus empleados, deja en manos de las empresas sólo el aporte del 25% restante, sumados al 50% que afronta el Estado, lo que hace un total del 75%, esto sin contar el alivio de presiones tributarias y embargos fiscales suspendidos en beneficio de los empleadores.
No cabe duda alguna que dicho programa de asistencia a la producción verdaderamente alivia a Pymes que realmente lo necesitan. Sin embargo, no existe un estudio de la productividad y balances de las empresas que se registraron para hacerse benefactoras del programa asistencial. Pero como dijimos, esto no queda acá. 

El programa se amplió a empresas con más de 800 empleados registrados para acceder al beneficio.
La imaginación del lector impone el resultado acertado sin acabar las líneas. Sí, efectivamente, las grandes empresas como Margot, Clarín, Techint, es decir, los Caputo, lso Magnetto, los Rocca, hoy como en los 70, se encuentran subsidiados por el Estado sin previo análisis ni control de sus balances y capacidad de pago de sueldos. Es imposible en éste estado privar a la memoria de que recientemente el Grupo Clarín repartió ganancias entre sus accionistas por 800 millones de pesos cuando a la vez, no paga a sus empleados de Red Mitre. 

Esto es lo que no vamos a callar. La injusticia que se comete para los que verdaderamente afrontar esta crisis haciendo raciones del pan, cuando el gobierno permite distribución de dividendos a grandes grupos empresarios subsidiando sus abultadas capacidades de pago. 

Vergonzoso. Penoso es tratar a esos grupos de “miserables” para los títulos adictos de sócalos de televisión y al apagarse las cámaras subsidiar a dichos grupos cuando Pymes de años de trabajo y pedazos de nuestra cultura histórica se ven forzadas a bajar sus persianas y endeudarse para pagar deudas restantes. Triste. 

2. El IFE es otro hueso en la garganta de descarga en éstas líneas. Un programa de ANSES anunciado en el mes de marzo 2020 de magros $10000 para cobrarlos entre mayo y junio 2020 y con aumentos en los precios 1,8% y hasta 11% en alquileres –que supuestamente estaban prohibidos-. 

Para terminar, el Estado lleva emitido al momento 132 mil millones de pesos. El 35% fue destinado directa o indirectamente a la clase trabajadora con y sin empleo. El 65% esta destinado al sector empresario, entre ellos, los grandes grupos y corporaciones que permiten las fugas de capitales, fomentan la explotación y la precariedad laboral, ahogan en presiones inflacionarias a las exigencias de las autoridades, retazan y construyen la realidad social sometida a sus intereses de grupo, todo mientras abren cuentas en el extranjero que luego no declaran para burlar, como siempre, a la sociedad argentina toda.


[1] Abogado (UBA). Co-Fundador de NACE UN DERECHO. Socio co-fundador de buffet jurídico. Empresario nacional con perspectiva social y humanista. 

[2] Art. 8 DNU 297/2020 “Durante la vigencia del “aislamiento social, preventivo y obligatorio”, los trabajadores y trabajadoras del sector privado tendrán derecho al goce íntegro de sus ingresos habituales, en los términos que establecerá la reglamentación del MINISTERIO DE TRABAJO, EMPLEO Y SEGURIDAD SOCIAL”
[3] DNU 310/2020, ART. 1; instituye el Ingreso Familiar de Emergencia https://www.boletinoficial.gob.ar/detalleAviso/primera/227113/20200324
[6] Idem.
[8] Idem.
[9] Recordemos que la Pymes son el principal motor prodctivo del país empleando el 70% de fuerza de trabajo.
[10] DNU 332/2020, ART. 1°.- Créase el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción para empleadores y empleadoras, y trabajadores y trabajadoras afectados por la emergencia sanitaria.
[12] DNU 332/2020, ART. 2, INC.a
[13] DNU 332/2020, ART. 2, INC. b: Asignación Compensatoria al Salario: Asignación abonada por el Estado para todos los trabajadores y las trabajadoras en relación de dependencia del sector privado, comprendidos en el régimen de negociación colectiva en los términos de la Ley N° 14.250 (texto ordenado 2004) y sus modificaciones, para empresas de hasta CIEN (100) trabajadoras y trabajadores.

1 comentario:

  1. EXCELENTE ANÁLISIS, TOTALMENTE DE ACUERDO.SÓLO ESPERO QUE TANTO LOS FANÁTICOS NEOLIBERALES Y LOS KIRCHNERISTAS TOMEN NOTA.GRACIAS.

    ResponderBorrar

Dejanos tus comentarios