jueves, 28 de abril de 2016

Tiro de gracia: “Tarifazo en la luz” a los pequeños comerciantes

Con preocupación nos hacemos eco de un problema que nos aborda a todos de manera transversal.
Y es que el tarifazo en la luz llegó (¿para quedarse?) a sectores que no pueden materialmente afrontar tan sideral suba.
La Resolucion 1/2016 del ENRE (Ente Nacional Regulador de la Electricidad) vino a generar un nuevo esquema tarifario para todos los usuarios de energía en el area metropolitana.
Estuvimos analizando dicha resolución que viene en el marco de un DNU que estableció la “Emergencia en el Sistema eléctrico”, y eso en Argentina tiene un costado histórico: “la emergencia” justifica todo. Cualquier cosa. 
No nos vamos a detener en la carencia de rigurosidad formal ni en la falta de consenso social. No seremos ritualistas para ir a lo concreto. Tampoco lo haremos con una medida económica de directriz gubernamental: Desde Marbury vs. Madison para acá: “Las cuestiones politicas no son judiciables”. Y el gobierno eligió el camino de quitar el subsidio e invertir el dinero en otra cosa. Y eso, insistimos nuevamente, no lo vamos a discutir.
Siguiendo con la lectura de la mentada normativa vemos con buenos ojos que se siga contemplando la “Tarifa Social”, la cual aclaramos no es suficiente, pero resulta un esbozo de lo que “debería ser”, o dicho de otro modo: un poquito de oxigeno en los bolsillos de los sectores menos pudientes.
Ahora bien, leimos y releimos. Buscamos, nos asesoramos, preguntamos y volvimos a buscar. Hay un sector en la sociedad que se está quedando afuera de todo. El motor de la economia: Las pequeñas y las medianas empresas.
Hoy, en este momento, ¡ya!, están cerrando los negocios de nuestro barrio. De tu barrio. Están bajando las persianas la carnicería, la heladería, el negocio de al lado de tu casa. Y eso no está bien.
Un aumento de diez años en un dia “no debe ser” en ningún negocio. Y el derecho no puede mirar para otro lado. Claro que no. El derecho está para anudar lo justo con lo posible y no para derribar familias.
Un aumento drástico y no planificado cercena sin lugar a dudas un derecho de manda constitucional: el de trabajar y el de ejercer toda industria licita.
¿Podemos achacarle al que menos posibilidades tiene un desfasaje económico?. No no podemos.
Si cierran los pequeños comercios, entonces NACE UN DERECHO.

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