jueves, 4 de junio de 2020

ES HORA DE PONERLE FIN A LA JUSTICIA PATRIARCAL

                   ES HORA DE  PONERLE FIN A LA JUSTICIA PATRIARCAL 




Desde la Asesoría de Géneros Interdisciplinaria de nuestra asociación civil, repudiamos enérgicamente el fallo perpetrado por el Dr. Fernando Rivarola de Rawson, Chubut y en el a todos los fallos del mismo tenor y con la misma falta de perspectiva de gènero.

El Dr. Rivarola disminuyó la calificación de "abuso sexual con acceso carnal" a "abuso simple" al considerar que una violación en manada cometida por cinco personas hace 8 años sólo se trató de un "accionar doloso de desahogo sexual".

"La manada de Chubut" cómo fueron señalados los imputados, fueron acusados en 2012 de violación a una adolescente de 16 años. El hecho ocurrió en Playa Unión. El funcionario judicial acordó un juicio abreviado con estos imputados, implicando ésto una pena menor y una aceptación de la culpa de los acusados. La acusación recayó únicamente sobre tres de ellos dado que dos eran menores al momento del hecho y fueron sobreseídos.

Ahora bien, hasta acá el detalle del marco de la causa y la actuación del Juez al respecto; resulta increíble y sumamente reprochable y sancionatorio la resolución de una causa que involucra hechos tan graves por parte de un funcionario de la justicia. Cuando se habla de "Justicia Feminista” y la intención de que la misma resuelva apropiadamente, hablamos de justicia con perspectiva de género. Existe la Ley 26.485 , que al momento de resolver una causa de semejante tenor debe obligatoriamente ser tenida en cuenta;es claro que esta clase de aberrantes fallos contrarios a  derecho, sólo pueden existir en una sociedad que fomenta y consiente una Justicia que opera con carácter patriarcal, fallando sobre la dignidad y la más absoluta intimidad de las personas como si fueran objetos de intercambio del mercado judicial. Como si la violación en manada fuese un delito menor que puede ser “canjeado” por cualquier condena de compromiso, equivalente a un mero llamado de atención, como si la construcción psicológica de la víctima, su vida y sus relaciones pudiesen recomponerse con la misma facilidad.

Ese carácter patriarcal de la Justicia se vislumbra claro cuando notamos que delitos de semejante envergadura se condenan con penas de risa que más que compensar a la víctima, la humillan y la revictimizan minimizando su sufrimiento, su trauma y su dolor. Si además nos encontramos con funcionarios envestidos de la autoridad del estado para impartir justicia que califican a una violación lisa y llana con acceso carnal a una menor de edad como “DESAHOGO SEXUAL”, que dicho sea de paso es una figura penal INEXISTENTE  y que además violentan y delinquen desde la semántica, dándole a la expresión todo el carácter de una justificación física y biológica y quitándole a todo el término su justa constitución aberrante, violenta y delictual. Cabría preguntarle al Dr. Rivarola, si su propio cuerpo fuese objeto del “desahogo” de otra persona, habría considerado la misma pena.

Nuestros cuerpos no son una mercancía. No son un adorno. No son un componente de compañía de los cuerpos masculinos que toman las decisiones por ellos. Por nosotras. Y definitivamente no son ni serán jamás objeto del desahogo de nadie, y es repugnante una justicia y cualquier funcionario perteneciente a la misma que se atreva a semejante declaración así como es repugnante la liviandad con que la hace.

La Justicia, como los otros tres poderes de la Nación, es susceptible de la obligatoria aplicación del texto de la norma N° 27.499 conocida como “Ley Micaela” en honor a una de nuestras compañeras mujer, y militante, brutalmente asesinada, a partir de la cual en todos los ámbitos de la Administración Pública Nacional, Provincial y Municipal los funcionarios deben capacitarse en perspectiva de género a fin de una plural y correcta realización de sus funciones.

En el caso de un funcionario del tenor de un fiscal es infinitamente más urgente tanto esta potencial capacitación, como la intervención de la Procuración General de la Provincia, así como de los organismos legislativos que condenen esta aberrante manipulación de los elementos del proceso, para garantizar la impunidad de delincuentes sexuales en reiterada violación a los derechos de la víctima.

Consideramos que estas conductas, que no son aisladas, son nocivas para la credibilidad de la Justicia y para la sociedad en su conjunto. Entendemos que los dichos y argumentos de este fiscal, no constituyen un hecho particular, sino que responden a un discurso y prácticas de hegemonía heteropatriarcales. No podemos permitir que tales prácticas y discursos se continúen repitiendo y propagando sin sanciones pertinentes.

A cinco años de la primera manifestación del Ni Una Menos, desde Nace un Derecho hacemos efectivo este repudio, esperando la intervención esclarecedora de una Justicia real, que venga a subsanar, a contener, a ejemplificar y a sentar la postura institucional clara de que las vidas y cuerpos de las mujeres no son objetos de desahogos ni de intercambios judiciales.

Bregamos por la erradicación de toda práctica de violencia y dominación de este sistema, nos mantenemos activas en la lucha por volver efectiva la igualdad de géneros, traducida en igualdad social y en una justicia con perspectiva de géneros.

VIVAS Y LIBRES NOS QUEREMOS.

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