El 7 de marzo pasado Pedro Américo Furtado de Oliveira , Director de la OIT en
Argentina decía: “ Argentina podría convertirse en uno de los
primeros países en ratificar formalmente éste convenio”
Este 24 de julio de
2020 Argentina dio
un gran paso hacia la erradicación de las violencias, con la aprobación
del Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo, que fuera adoptado por nuestro país en junio
de 2019 sobre la eliminación de la violencia de género en el mundo
laboral.
Cabe
destacar que se considera violencia y acoso en el mundo del trabajo
a: “un
conjunto de comportamientos y prácticas inaceptables, o de amenazas
de tales comportamientos y prácticas, ya sea que se manifiesten una
sola vez o de manera repetida, que tengan por objeto, que causen o
sean susceptibles de causar, un daño físico, psicológico, sexual o
económico, e incluye la violencia y el acoso por razón de género”.
También
considera como un factor de riesgo a los estereotipos de género y
contempla la incidencia que la violencia doméstica tiene en el
empleo.
En
tanto que la violencia y el acoso afecta de manera desproporcionada a
las mujeres,
y que obstaculiza su acceso al mercado del trabajo, y que la misma no
conoce género ni edades, e impacta y socava absolutamente todo,
siendo especialmente padecida por las
trabajadoras.
Las mujeres somos, dentro de la estructura laboral de nuestro
país, aquellas que más sufrimos la precarización de toda índole,
la explotación, la desigualdad salarial y asimismo, todas aquellas
violencias de las que somos objeto en razón de nuestra condición de
mujeres y de los roles estereotipados que esta sociedad nos asigna,
la existencia de herramientas normativas que protejan nuestro acceso
y permanencia en el mercado laboral son urgentes. Especialmente
teniendo en cuenta que son esos mismos roles estereotipados y las
violencias estructurales que sufrimos las que ocasionan que nuestro
desempeño como seres productivos dentro de la estructura social
tenga que ser esencialmente polivalente, haciéndonos depositarias
tanto de la responsabilidad de la solvencia económica hogareña como
de las tareas de cuidado que el mismo supone.
Esta
doble responsabilidad suele vulnerabilizarnos aún más en el ámbito
laboral y hacernos aún más susceptibles al acoso, a la tolerancia a
dicho acoso por escasez de recursos para prevenirlo o repelerlo, al
abuso de poder, y a la violencia y a la desigualdad de género en
líneas generales.
El
convenio es el primer instrumento internacional que aborda la
violencia de género, por lo tanto es doblemente importante ya que
busca prevenir y erradicar la violencia laboral hacia las mujeres.
Te adjuntamos el
convenio:
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